La empresa nació en los años sesenta como una pequeña empresa dirigida por la familia para la venta al detalle de carne para el consumo humano y cortada por ella misma. En los años setenta y ochenta, el negocio incrementó las ventas y logró una clientela fiel totalmente local. Los animales sacrificados son criados principalmente en los pastizales de los montes de los alrededores.
La empresa se desarrolló, sobre todo en los años noventa, cuando arrancó la actividad de despiece al por mayor. En esa fase, la actividad siguió efectuándose en la pequeña empresa con laboratorio anexo de Ponte Selva (caserío de Parre) en la entrada de Alta Valle Seriana. A partir de esos años empezó el aprovisionamiento de materias primas a nivel comunitario.
A finales de los años noventa surgió la necesidad de encontrar una sede más adecuada a los volúmenes con los que se trabajaba. Marco Meloncelli, hijo de Silvano y Veronica, decidió en ese momento hacerse cargo de la empresa y dar el paso que llevaría a la empresa a convertirse en lo que es hoy.
En 2004 terminaron las obras de construcción del nuevo establecimiento, junto a la sede actual, en el municipio de Villa d’Ogna, en los márgenes del río Serio.
Actualmente Meloncelli Carni se identifica como una realidad protagonista en el sector cárnico, que no olvida la tradición y el trabajo artesano, pero respetando las más estrictas normas higiénicas.
